Cuando nos planteamos cómo tenía que ser nuestro salón, solo sabíamos que necesitábamos un salón exquisito y diferente.
Los rizos naturales, las curvas imposibles, las maravillosas caracolas y sus caprichosas geometrías eran nuestro punto de partida.
Pero también los colores tierra, tan naturales y mediterráneos, las texturas orgánicas, el respeto por la tradición y la pasión por lo contemporáneo.
No era fácil. Sin embargo, el equipo del estudio Miriam Barrio lo entendió a la perfección y proyectó el salón que, sin saberlo, imaginábamos: un espacio elegante y acogedor de líneas sinuosas, colores cálidos y texturas sensoriales.
Un lugar que transmite calma, meticulosidad y artesanía. Los mismos valores con los que tratamos a cada uno de nuestros clientes.
Al extraordinario interiorismo se une la mejor ubicación: un edificio modernista en pleno corazón de l'Eixample, el perfecto testimonio de una arquitectura sofisticada, a la vez que regia, tranquila y sin estridencias.
El resultado es un auténtico homenaje a nuestra querida ciudad, Barcelona, tan cosmopolita y, al mismo tiempo, tan mediterránea.
